26 de noviembre de 2015

EL MENSAJE DE IRIS

SALUTATIO MATUTINA A VANESA


Salve exemplaris discipula!

Desde la cueva de Polifemus Ludovicus, todos, los alumnos "miedosos" suplican, exigen y echan de menos tu presencia, ¡cómo borras el encerado cuando entras en aula, combatiendo las apasionadas y viscerales inscripciones de Jaime! Los dioses están tristes desde el Olimpo, Aristófanes no escribe comedias desde el Hades ¿dónde están esos gritos de emoción....¡uhhhhh!? Juvenal escribió sobre la vida cotidiana de Roma, nosotros, cual aedo como Homero, vamos a escribir un poema "con todo nuestro esmero"..... ¡qué cada uno busque la inspiración de las Musas! Se puede escapar el aire por los resquicios de tu vida pero no se olvidará nunca la composición de este poema:



QUE DEJÉIS A MI PRIMO (Jaima, -atos Orgarense)

En el aula tu presencia se respira 
en el aula tu presencia no se olvida,
pues los "discipuli" quieren tu vuelta
con pasajes amorosos de la Eneida en una clase tan revuelta.
No eres la reina Dido traicionada,
eres Vanesa, por todos anhelada.
Presentes hacen los dioses ¡Oh Vanesa, Vanesa!
regalos cual salsa mayonesa, 
como el ávido comensal que se sacia en la mesa,
así nosotros deseamos la marca Ligeresa
en el plato sagrado de los dioses: la tortilla francesa.
Poema incipiente, ligero y descuidado
para que el alma, la psique y el corazón
de nuestra querida Vanesa no sean olvidados.
Al final del momento quedará una frase severa,
un resquicio a la fuerza de nuestra espera,
un abrazo, una ayuda, un auxilio, un "help"
¡QUÉ DEJÉIS A  MI PRIMO!